lunes, 23 de noviembre de 2015

Voces suenan

Permítanme hoy que muestre la locura mía, o quizá la locura de nuestro tiempo, no en mis palabras, si no en la de poetas ya muertos.
Permítanme, que comparta con ustedes, la lujuria que tengo dentro, lujuria por escritos que queman y me provocan entuertos, que dan muerte a convencionalismos.
 Permítanme una vez más que escupa contra la placidez del mundo primero y que llore por la tempestad de los demás. Por los gritos yo hoy no duermo, por las balas escribo, por las bombas recito y por la vida comparto este momento lírico que tanto dolor de cabeza me está causando.

Insomnio entre renglones que va y viene. Paranoia que se transforma en rabia, rabia en tristeza, tristeza en efervescencia y vuelta a empezar. No teman mis amigos, sólo hoy podrán encontrarme tras los escritos de esta manera. Dicen los sabios, que quien escribe con vehemencia lo que siente y lo que piensa, termina volviéndose loco. Algunos les reímos su miseria y decimos que loco es aquel que no siente y que no piensa. Quizá la palabra loco se quede corta.

“El alma cantó la muerte, la verde corrupción de la carne,
e imperó el murmullo del bosque,
la queja febril del animal.
Siempre tañían desde torres
las azules campanas de la tarde.”

Georg Trakl


“Varas suplican cruzados brazos
escritura vacila pálido desconocido
flores impertinentes polvos atemorizan
vislumbre
lagrimea
vidrea
olvido.”

August Stramm


“A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro”

Damaso Alonso

“Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen
a la cosa, la copia al original, la representación
a la realidad, la apariencia al ser...”

Feuerbach


“Todo lo que una vez fue vivido directamente se ha convertido en una mera representación”

Guy Debord


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