viernes, 14 de noviembre de 2014

Montes de canela

Hay personas que en sus corazones,
tienen montes de canela.

Hay personas, sin embargo,
que poseen páramos yermos.

Hay almas que no descansan nunca,
buscando el rayo de sol,
que recuerdan de la infancia.

Hay muchachos refugiados
en botellas de vidrio opaco.

Hay muchachas ignorantes,
del dolor del calor humano.

A veces se encuentran caminos,
con rocas, con baches, con bochornosos destinos.
Otras, dulces torrentes
para descender en compañía
con la barca del cariño.

Unos años, se despiertan ruiseñores,
cuyos ojos son el fuego,
al que hasta halcones temen.

Y unos siglos,
esas rocas de granito
soportan viento y marea,
sonriendo al vacío
y guiñando al atardecer.

A veces lobo, a veces hombre,
a veces solo, a veces noble.

Dedicado a los caminos oscuros...

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