Luna tenue,
silencia el trajín constante
que durante el día
cautivó la lomada.
Entre las puertas
y las ventanas,
vidas completas,
poco a poco se apagan,
poco a poco se mueren,
poco a poco se callan.
Humeantes todavía,
en tierras de Morfeo
germinan la semilla
que florecerá mañana,
al cálido despertar,
con trinos y cortejos.
Columbia,
la blanca paloma,
conoce los entresijos
de aquel barrio,
que la vio nacer,
muda sin embargo,
deja pasar los instantes,
los oscuros secretos,
que entre vecinos
todos saben,
y nadie quiere dejar ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario