miércoles, 7 de agosto de 2013

Mirando al mundo

Sobrevolando la espera del porvenir,
me sumerjo en acontecimientos de hoy,
recorriendo las avenidas
de las escenas más pintorescas.


Azabache es la luz,
que normalmente me acompaña,
cada mañana en la espesura de lo incierto.


Conozco los lamentos
y también las alegrías.
Saboreé el impacto del miedo
e hice travesuras con melancolía.
Dejé llevar mi esencia
con locura y esperanza,
damas engalanadas
que cuando acompañan,
más lejana está la vida
y más certero el castigo,
del garrote vil.


Como antaño, el aire libre
de los senos de las montañas,
siempre rozó mi cuerpo
y embaucó el cansancio,
que agotara mi paciencia.
Sin embargo, empapó mis entrañas
de intensidad.
Y su dicha, me entregó al mundo,
desnudo y sin peinar,
pues la falsedad me repugna
y es conflicto, quien dora mi cantar.


Siento dicen,
optimismo embriagador.
sí, reconozco debilidad en palangana.
Mas,
¿no hay ya suficiente atrocidad?
Sí, realidad, pero vestida de colores,
pues los uniformes
están de moda.

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