lunes, 22 de octubre de 2012

Dejemos de echar la culpa a la abstención


Volvemos a las mismas declaraciones de siempre. En las elecciones generales pasadas, los camaradas progresistas y de la izquierda con poca capacidad de análisis (por desgracia hay bastantes más de los deseables) cogieron sus antorchas de la culpabilidad y las levantaron en contra la movilización provocada por el 15M, acusándoles de la victoria aplastante del Partido Popular. Es curioso, como muchos de ellos no se plantean si quiera el papel que haya podido tener el principal partido de la oposición en su gran descalabro.

Hoy, el día después de las elecciones gallegas (obviaré las elecciones de Euskadi por tener unas circunstancias propias, que hacen de ese proceso, algo especial) siguen con la misma estrategia y vuelven a cargar sus antorchas, algunos en contra del 25S-15M y otros, en contra de los abstencionistas.

Pues bien camaradas, antes de que queméis a ningún hereje abstencionista o sacrílego quincemayista, escuchar alguna de mis reflexiones. Reflexiones que seguramente estarán equivocadas, pero que al menos, me he tomado el tiempo de hacer, muchas de las frases escuchadas y leídas, me temo que no han tenido el mismo proceso.

En el Estado español y no sólo en él, pero sí especialmente, están ocurriendo dos procesos relacionados entre sí, pero con características y consecuencias diferentes. El rpimero, es una crisis del sistema económico actual, una crisis sistémica del capitalismo, es decir, propia del mismo. Esta crisis, aumenta la diferencia económica y social entre los sectores pudientes de la población y los sectores populares. Por lo tanto, la población se polariza políticamente. Esta es la razón que explica la caída monumental del PSOE y la subida de AGE, una opción formada por unas posturas de la izquierda más real, menos socialdemócrata. ¿Por qué el PP cae en votos, pero no tiene una bajada aplastante? Señoras y señores, porque el sector pudiente siempre va a estar ahí y siempre va a votar su opción política. Pero además, aunque pierdan votos, como en este caso, seguirán teniendo una red de clientelismo formada y potenciada por sus medios de comunicación, sus trabajadores y personas que directa o indirectamente dependan de Instituciones y empresas gobernadas por la derecha. Por lo tanto el desplome del Partido Socialista , el aumento de la izquierda y el mantenimiento con sus más y sus menos de la derecha, es el reflejo de la polarización política de la sociedad. No es nueva en este país, ha habido momentos en la Historia que ya hemos visto estas mismas circunstancias.

Pero hay otro proceso importante, parejo al que hemos ya mencionado. Este además, no es exclusivo del Estado español, pero si es algo más característico del mismo. Es el descredito absoluto de las Instituciones. Es normal que en un país donde los jueces, la policía, la Monarquía, los parlamentos, y los políticos en general, decepcionan continuamente a los ciudadanos, es normal que la abstención suba. No es raro que la población haya visto en las elecciones otra esperanza frustrada y ya no quiera participar.

Pero en esta abstención, hay más partes implicadas (además por supuesto, de la gente que no participa porque le es indiferente). Por un lado, ceo que los votos que ha perdido el PP habrán ido a parar a la abstención, por lo menos unos cuantos. Personas de derechas que no están de acuerdo con la política del PP, pero que no se plantean votar a otro partido.

Y por último, no quiero olvidarme de otro sector importante, y desde mi punto de vista, cada vez más, dentro de la abstención. Personas que ven en la democracia parlamentaria el sistema político creado por y para sustentar el sistema económico capitalista. Cada vez hay más personas que son capaces de discernir al Capitalismo como verdadero culpable de todo lo que les está pasando. Este sector no quiere colaborar en las elecciones, porque sería refrendar el sistema político y por lo tanto, el sistema económico.

Para terminar, muchos dirán: ¿qué nos deja todo esto? La derecha sigue gobernando. Para contestar a ello, elegiré una frase de Julio Anguita. Una persona poco sospechosa de abstencionista. “En estos momentos sólo pueden gobernar los partidos de derechas o los partidos de izquierdas que hagan políticas de derechas” (véase la Junta de Andalucía) .

Sí, hoy en Galicia gobierna la derecha, pero la derecha hubiera gobernado, ganase quien ganase las elecciones, puesto que quién gobierna es el poder económico. Sobre todo en momentos de crisis.

No tengan miedo a los resultado electorales, miren más allá en los ojos de las personas y observen la crispación y las ganas de crear alternativas nuevas. Dejen las Instituciones en paz y comiencen a hacer política en la calle.  La elecciones gallegas son otro pasito más hacia el cambio.

2 comentarios:

  1. Es una verguenza ver como los "ganadores" salen a celebrar la victoria electoral en vez de reflexionar sobre los 100.000 votos menos que se han perdido(¿esto se llama mayoría absoluta?), todavía peor las desigualdades en número de votos para conseguir verse representados unos partidos frente a otros y la capacidad para creerse ellos mismos que gobiernan legitimamente, cuando poco más de la mitad de los gallegos han acudido a participar al circo electoral...

    Se está exigiendo un cambio de modelo, ¿de verdad no lo oyen??

    Seguiremos gritándoselo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro! En política siempre parece la mejor opción, no reconocer los errores y parecer ganador, aunque todo el mundo vea lo contrario, supongo que forma parte de su circo electoral, como dices.
      En cuanto lo de la legitimidad, creo que sí, está perdida, por eso algunos creemos que tenemos que terminar de deslegitimar para avanzar en algo nuevo.
      Totalmente de acuerdo con su comentario señorito/ anonimo/ ;-)

      Eliminar