Bohemia bodega

Eran noches morenas, días de borrachera
en una pequeña ciudad
que aguantaba la tormenta

Nosotros, piratas de mar helado
buscábamos  una verbena
queríamos encontrar la luz
que rompiera nuestras tinieblas

En aquella pequeña bodega
escenario improvisado
pasamos buenas veladas
cantando y riendo
engañando al desengaño,
huyendo de la melancolía
que nos seguía paso a paso

Y así fue como la música
una vez más hizo de compañera
sacándonos de nuestros cuerpos
fundiéndonos con la cerveza

Pasaron así las noches
en aquella bendita bodega.
Bailábamos con pasión
sin miedo a lo que ocurriera.
Vivíamos sin control
con ganas e impaciencia.

¡Bonita vida bohemia!
Bodega de mi ilusión
allí yo conociera
una bonita afición
mis palabras escritas
adornaban las paredes
de aquel pequeño rincón.

¡Qué verdad es!
La felicidad no se compra,
no se vende.
La felicidad se siente,
se comparte,
se ama y se baila
se recuerda en momentos
se sueña con esplendor.

Bodega de mis amores
bodega del corazón.